El partido estaba cargado de connotaciones por lo ocurrido en el choque de la primera vuelta. El que más y que menos esperaba un ambiente hostil, un equipo duro, a veces violento, y una afición bastante caliente. Al final nada de nada, nos recibieron mejor que en ningún campo pues nos ofrecieron las instalaciones de la sede social como vestuario puesto que solo había uno y lo ocupaba el equipo, también del Málaga, dirigido por Cazalla y Carlos que tenían su enfrentamiento a la misma hora.
El partido empezó con mucho retraso, no iba a estar todo bien tampoco, casi una hora más tarde de la hora prevista. Cuando el balón empezó a rodar comenzó la batalla por la victoria entre dos equipos que la deseaban, el local por que entre sus objetivos a principio de temporada esta el de ganar al Málaga pues quizás por la ubicación del barrio, al lado de la Rosaleda, o por las circunstancias sociales que lo rodean, sus chicos sueñan con más fuerza que nadie el que algún día puedan tener el privilegio de jugar con la elástica blanquiazul, el otro equipo se jugaba la liga y sus jugadores ya estan en el Máalga y su sueño y objetivo es claro, defender la blanquiazul en la Rosaleda de aquí a unos años.
Inicio complicado.
El campo era bastante largo y lo que podía ocurrir, lo que tantas veces nos ha pasado en estas circunstancias y es que el equipo se estirase demasiado, ocurrió. Desde Fernando, que ejercía de único cierre, hasta Posada había tanta distancia como desde la línea de fuera de juego de un área hasta la otra, así el trabajo del mediocampo era muy complicado, para Guichard su carril era un autovía kilométrica llena de obstáculos, para Anas, Miguel y Pablo era una misión casi imposible llevar el balón hasta los dominios del Killer y este último estaba rodeado de enemigos.
Nuestra portería no parecía correr peligro pero se estaba dando una situación que no era nada buena y es que entre Fernando y el centro del campo cada vez había más espacio y eso podía provocar un dos contra uno en cualquier momento. Ocurrió dos veces y a la tercera marcó el 26. En el minuto 9 llegó la zozobra a la grada y al equipo. Lo que parecía un partido apacible se iba a convertir en un quiero y no puedo. Encima echabas un vistazo al partido que tenías a tus espaldas y veías como el benjamín de segundo año las estaba teniendo tiesas con el otro equipo del 26.
Las pocas oportunidades que estábamos teniendo se estrellaban en el portero local que tocaba el larguero con la mano sin saltar, algo inaudito para la categoría. Guichard se estrellaba una y otra vez con la defensa rival que estaba haciendo un trabajo perfecto, el 8 veía como le hacían un 3 contra 1 cada vez que la cogía en banda. Para rematar la faena el centro del campo de ellos era rocoso, duro, una barrera previa a la defensa, todo ello hacía entrever que aquel iba a ser un partido mucho más difícil de lo esperado.
Mayoría de edad.
Antes del descanso el equipo cogió otro cariz, la entrada de Rafa del Pozo hizo acercar más las líneas y Oli fue un enlace perfecto entre el centro del campo y Sergio Posada.
La segunda parte fue otra historia, teníamos que jugárnosla, el todo por el todo. En ataque cambiamos la potencia y el juego de espaldas de Posada por la velocidad y el juego directo de Oli y Rafa Mendez, eso descoloco a la defensa local que hasta entonces habían colocado dos defensas encima del Killer lo que hacía que el de Portada lo tuviese difícil cada vez que le llegaba el balón. Los bajitos volvieron loca a la defensa del equipo de la Palmilla. A eso hay que unir que Pablo empezó a entonarse y Anas y Miguel cada vez tenían más el balón. El 10 sigue creciendo a pasos agigantados y a su calidad técnica hay que empezar a sumar sus cualidades tacticas, su visión de juego va siendo cada vez mayor.
Nada más empezar a rodar el balón llego la bocanada de aire fresco con el gol de Pablo, lo más difícil se había conseguido, el empate en el minuto 31 era vital. Tres minutos más tarde el 2 volvió a marcar esta vez desde fuera del área doblando las manos del portero. Sin apenas tiempo para recuperarse los locales volvían a sufrir el latigazo de los nuestros, esta vez fue Rafa Mendez el que hacia que el balón besara las mallas locales. En diez minutos habíamos espantado los fantasmas de la derrota, en 10 minutos demostramos que somos el mejor equipo de la categoría.
Tardaríamos en cerrar definitivamente el partido y es que el equipo que teníamos enfrente no era manco, el equipo del 26 poco tenía que ver con el que vimos en nuestro campo en la primera vuelta, se notaba la mano del nuevo entrenador, antiguo alumno de Carlos en la escuela de entrenadores, un equipo que no daba el partido por perdido y que seguía derrochando garra con pinceladas de buen juego. Pero en el minuto 52 Anas logro el gol de la tranquilidad, el 10 ponía el 4-1 y con ello llegaba la tranquilidad al banquillo. Por si quedaba alguna duda “ratoncito” Mendez perforaba nuevamente la portería local en el 58 y en el 60 cerraba definitivamente el partido Posada a pase de Guichard.
Gran paso adelante.
Era uno de los partidos más difíciles que nos quedaba, sin duda la salida más complicada a priori, y se pasó con nota, con un notable alto por no poner el sobresaliente pues la primera parte no estuvimos tan exquisitos como en la segunda. Por lo demás los chicos del 26 se quedaron prendados de nuestro juego y se acercaban a decirnos “sois el mejor equipo de Málaga”, así da gusto y no lo vivido en la primera vuelta. Ahora afrontamos un hueso duro en nuestro campo que seguro que si jugamos como en el campo de la Virrenina no será obstáculo alguno.
