Con Luz Propia.
Ni las malas artes ni la marrullería pueden con el Málaga que volvió a resolver el partido en los primeros compases del choque. Aunque apaguen la luz…nosotros tenemos brillo propio.
El viernes volvimos a sufrir un nuevo atropello, esta vez fue vergonzoso pues fue con alevosía. No tuvimos vestuario ni sitio donde guardar nuestros objetos personales. Nadie nos recibió ni nos facilito la estancia, todo fueron malas maneras y poca educación. Todo ello se vio reflejado en el terreno de juego donde los locales no dudaron en utilizar la violencia instigados por las personas que los dirigían desde la banda. Para colmo, incomprensiblemente, los últimos 20 minutos los jugamos a media luz, según los locales aquello era más que suficiente para el Málaga.
Actitud incomprensible.
No sabemos si era por falta de educación o por rencor pero no es normal llegar a un campo y no recibir ni un vestuario, como si de una pachanga se tratase los chicos tuvieron que entregar sus pertenencias a sus correspondientes padres para que estos las guardasen durante el partido, es la primera vez que vemos esto. Que los entrenadores locales te ignoren tampoco es algo que nos cause desasosiego porque estamos habituados pero que esta actitud se fue extendiendo hasta el terreno de juego.
De todos modos nosotros íbamos a lo nuestro y en el minuto 2 Fae comenzó a dejar las cosas en su sitio. Sin tiempo casi para digerir el primero llego el empate de los locales, desde el centro del campo un punterazo fue a colarse entre las manos de Álvaro. En el minuto 8 Guichard fue víctima de una entrada dentro del área que el árbitro decreto, como no podía ser de otra forma, como penalti y comenzó el recital de los entrenadores locales.
Andi y Lucas y su espectáculo; Soy Desagradable.
Guichard transformo la pena máxima y tal y como se estaba sucediendo el partido, era indiscutible que la superioridad del Málaga era latente y que cualquiera con un par de dedos de frente lo reconocería, todos menos los entrenadores locales, sin la gracia de los de Cádiz pero si con el mismo aspecto del dúo gaditano empezaron con su espectáculo de improperios al árbitro y de agresividad que poco a poco fueron trasladando a sus jugadores. El dúo de la banda se subió a la parra y empezó a presionar más al árbitro que se vio superado por la situación. En ese momento el entrenador más rellenito comenzó a emitir ruidos guturales, parecía estar poseído y en cualquier momento iba a lanzar espuma por la boca, parecía necesaria la presencia del padre Karras para llevar a cabo un exorcismo pero a los 10 minutos un testarazo de Ale hacía que se le bajase la tensión y se aplacara un poquito. Ahora le tocaba al del pendiente, invadía constantemente el campo para increpar al árbitro y seguir metiendo cizalla a sus chicos a los cuales no parecía afectarles las ordenes ilógicas que recibían desde la banda.
En el 12 Guichard aumento la diferencia tras pase de Oli, D´Artagnan por enésima vez se estaba saliendo, y es que ver a Guichard te paga la entrada, su uno contra uno es mortal. En el 19 volvió a marcar el 8 que ya llevaba un hat trick, y los Andi y Lucas seguían con la retaila.
En el 24 Ale volvía a marcar y ponía más tierra de por medio. Antes de que finalizara la primera parte un error en cadena y una serie de rebotes nos costó un gol en contra, 6-2 y nos íbamos a vestuarios…a no que no teníamos, nos quedamos en el banquillo.
Tensión y más insultos.
Por el resultado estaba todo decidido, parecía claro, por lo visto en la primera parte, que ni ellos nos iban a remontar ni nosotros nos íbamos a complicar la vida. Pero los locales no lo entendieron así, en el descanso se cargaron de más mala leche y salieron a morder, incitando a sus jugadores al juego duro e incitando con ello a la afición local que comenzó a caldear aún más el ambiente.
En el 34 D´Artagnan, tras pase de David, marcaba otro más, el 8 estaba dándole la tarde a los locales, estaba imparable a pesar de que los jugadores de la Cala cada vez jugaban más al límite del reglamento. En el 44 Oli marcaba nuevamente, los chillidos de los entrenadores locales cada vez eran más claros, entrar fuerte, no dejarlos, hay que ir a muerte,… mientras los chavales de la Cala se animaban “el resultado nos da igual vamos a divertirnos”, que contrariedad ¿verdad? nuevamente los peques les daban una lección a los mayores.
En el 49 marcaba un gran gol ratoncito Mendez, pero resulta que uno de los locales estaba a 30 metros sentado en el suelo y el entrenador local, el del chándal del Madrid blanco, entro en estado de excitación y comenzó nuevamente a estar poseído, daba pequeños saltos y gritaba como un energúmeno, el árbitro le advirtió por enésima vez.
Pero el colmo fue cuando a Guichard le dieron un codazo y el árbitro interrumpió el juego, ahí fue cuando el entrenador poseído se le fue la cabeza totalmente y comenzó a soltar más improperios, la tensión la tendría en 23-14, al borde de un ictus o un infarto de miocardio, el otro le seguía el rollo con lo que aquello se convirtió en un guiri gay y por fin el árbitro mando a su casa al entrenador rival.
Entre estas y con nuestros jugadores intimidados por todo lo acontecido llegaron dos goles de la Cala que solo sirvieron para enturbiar nuestras estadísticas de goles en contra. En el 58 quien sino, Guichard cerraba el partido, otros cinco golitos para nuestro D´Artagnan.
Sin luces.
Cuando ves el comportamiento de los entrenadores rivales te preguntas quien permite ese tipo de actuaciones. No hubo que indagar mucho para averiguarlo. A mediados de la segunda parte los encargados del campo nos apagaron dos de las torres de iluminación con lo que parte de nuestro terreno de juego quedo a oscuras y el árbitro pidió que fuesen encendidas nuevamente. Los encargados respondieron “esa es suficiente luz para el Málaga”, sin comentarios. Ocurre que nosotros no necesitamos luz, nuestros jugadores son tan grandes que ellos tienen luz propia, con lo que genera un pie de Oli, Guichard, Isma, David, Ale, Mendez…. Hay luz suficiente como para dar luz a toda la Cala, y digo una pierna por no decir otra cosa. Las patadas que sufrieron Pablo, Guichard y David por ejemplo fueron el más claro reflejo de la impotencia y de lo que no hay que hacer en un terreno de juego. No podemos culpar a los chavales del equipo contrario ya que fueron incitados desde la banda.
Es incomprensible que con el dinero de todos los malagueños se hayan construido estos campos de barriadas y que después seamos tratados como fueron tratados los padres y que nos apagaran la luz y que no nos dieran vestuario y que no nos trataran como a apestados,… ¿que hemos hecho nosotros para recibir ese trato? y mucho peor ¿que habían hecho chavales de 8 años para ser tratados así?. No queremos un trato preferente ni mucho menos pero tampoco queremos que nos traten con la punta del pie. Nos hemos enterado que otros clubes han recibió el mismo trato por parte de este club y de sus entrenadores, no sé si alguien tomará medidas pero deberían. Estos campos no pueden convertirse en el cortijo de unos pocos.