Los Grandes también sufren.
Nuevamente un rival incomodo de desecho el balón para jugar sus bazas físicas.
Nuevamente tenemos que hablar de 1-4-1-1 y no pasa de medio campo ni Dios. El Santa Rosalía adopto la misma táctica de todos atrás bien pertrechados y si de un punteron marcamos uno mejor que mejor.
Ya sabíamos que no iba a ser fácil.
Carlos se encargo de recordarnos que el partido no iba a ser nada fácil pues a las ganas que se le tiene al Málaga en todos los campos se unía el plus del técnico rival que incomprensiblemente nos tiene bastante tirria. El aviso no fue suficiente pues el equipo no salió enchufado, prueba de ello es que en el minuto 2 ya perdíamos por un error nuestro en el centro del campo.
Nos sorprendió la estatura de nuestros rivales, la mayoría eran mucho más corpulentos que nuestros chicos pero eso no debía ser acicate para justificar nuestro mal inicio de partido.
Ellos no querían el balón, su punta no presionaba más allá del medio campo y la posesión del balón local era muy baja pero nosotros tampoco estábamos sabiendo interpretar el partido. Nos costaba abrir el campo y nuestros pases eran interceptados por el centro del campo rival. Volvían errores del pasado, pases flojos, sin sentido y mal efectuados, no obstante éramos fiel a nuestro estilo e intentábamos jugarla.
No estamos acostumbrados a ir detrás en el marcador por lo que los 16 minutos que transcurrieron hasta que Alejandro marco se nos hicieron eternos, solo Méndez parecía entonado ante sus ex. Con el empate a uno llego la pausa, parece que la fase de confianza ya había pasado, comenzamos a elaborar más juego aunque seguíamos faltos de profundidad, no nos salían los uno contra uno, ni Guichard, ni David, ni Ismael conseguían librarse de sus marcadores y es que los locales tenían muy clara una idea; destruir es mucho más fácil que crear.
Toque de atención.
El descanso sirvió para dar un toque de atención a los chicos y es que se les notaba demasiado relajados, la falta de competitividad de los rivales hace que inexorablemente llegue esa falta de tensión. Los jugadores parecieron haber entendido el mensaje y la segunda parte fue muy distinta, el rival seguía a los suyo, a no perder, y nosotros a lo nuestro, intentar crear juego. Así en el minuto 36 Oli marcaba tras pase de Fae. Ya parecía que el resultado no iba a peligrar pues viendo el bagaje ofensivo del Santa Rosalía era complicado que mejoraran la efectividad de la primera parte, dos tiros un gol. No obstante nuestros chicos ya empezaron a comer la moral al rival que pronto comenzaría a darse cuenta que el sueño de puntuar se esfumaba. A todo esto y entre medias el entrenador rival fue expulsado y es que no es casualidad pues venía con ganas de aguarnos el día y su exceso de “entusiasmo” le valió la expulsión.
En el 40 Guichard marco un golazo marca de la casa, el rubio se libro de cuantos rivales le salieron al paso y definió extraordinariamente, 1-3 y alivio para todos.
Dos minutos después fue Alejandro el que cerraba el partido. Los locales ya sabían que aquello estaba finiquitado.
Lo que resto de partido sirvió para enjugar un poco más nuestra mediocre primera parte que sin lugar a dudas, de haber tenido un rival más fuerte nos habría costado el partido. Ese probablemente sea el mayor problema de nuestra competición, a veces cometemos errores graves que el rival no aprovecha por su falta de calidad pero que si fuese un equipo como nosotros, con calidad y con pólvora arriba, nos costaría muy caro.
Hasta luego Lucas.
No fuimos tratados bien por el cuerpo técnico rival, recuerdo que en la ida le dimos la bienvenida y le llevamos los balones para el calentamiento al propio vestuario, como no hubo ni media palabra en estos actos tampoco hubo saludo previo al partido. El viernes no teníamos balones y cuando lo pedimos nos dieron el que sobraba. Todo ello se tradujo en un mal ambiente, más aún cuando el entrenador local fue expulsado, ¿casualidad?, en definitiva son situaciones poco deportivas pero que no nos influyen pues nosotros vamos a lo que vamos, a crear futuros futbolistas y futuros adultos responsables.
