27-M, El día que fuimos CAMPEONES.
El Málaga C.F. se proclama campeón en uno de los partidos más bonitos de la temporada.
Teníamos un partido difícil, muy difícil, un campo más grande de lo habitual, contra un equipo que sabe tocarla y trabajado extraordinariamente por nuestro admirado Juan Díaz, tal vez uno de los mejores entrenadores de la categoría.
El equipo estaba tranquilo, no había esos nervios que se podían apreciar los días previos al partido del Juval, inevitablemente todos pensaban en el premio, en las celebraciones que les esperaban.
Llegamos al campo y me acordaba del verano pasado, del mes de agosto cuando también visitamos ese campo en partido de pretemporada, me acordaba de los inicios, de cuando empezaba a andar este equipo que no sabía atarse los cordones.
En el vestuario.
Todos sabéis la importancia que le da el cuerpo técnico al factor sicológico y este partido no iba a ser menos, el 27 de mayo debía ser recordado por todos nosotros como nuestra primera liga y Carlos fue marcando a todos y cada uno de los componentes del equipo con la fecha en el antebrazo, incluso Lorea que nos visitaba en este partido. Y entonces me acordaba de todos aquellos que nos han intentado robar la ilusión, de interferir en el buen clima que hemos tenido durante toda la temporada, de los impresentables que no pensaron en que los principales afectados eran los niños y los padres.
Poco había que decir, como dicen los técnicos de primera “para ciertos partidos no hace falta motivar mucho a los jugadores”, hablamos sobre algunos aspectos tácticos y poco más. Y me acordaba de cómo atendían aquellos chicos a principio de temporada y de cómo prestaban atención ahora, nadie miraba a la grada o al otro campo, todos estaban pendientes de la indicaciones.
El balón empieza a rodar.
Cuando el balón echo a andar todos sabíamos que estábamos ante el primer match ball para conseguir la liga pero nadie quería dejar pasar la oportunidad, todos querían que en Pta. Blanca hubiese paseillo al campeón. El partido empezó bajo un calor agudo, asfixiante, el público se cobijaba bajo cualquier sombra que pudiese haber. Los locales salieron hipermotivados pues desde su propia afición se dudo sobre como enfocaron el partido de la primera vuelta por lo que Juan no lo tenía muy difícil para motivarlos. Los primeros diez minutos fueron un monologo romano, varios tiros al palo y a Pablo y a Antonio se le multiplicaba el trabajo, entre tanto un tirazo de Posada al larguero hizo temblar la portería local. Justo en el minuto 10 llego el gol del Roma Luz, se lo merecían, ahora tocaba remar contra corriente. Y recordaba que ya habíamos pasado por esas durante la temporada, me acordaba de la remontada espectacular contra el 26 hacía unas semanas, y me acordaba de la remontada in extremis contra el Juval en la primera vuelta.
El gol hizo que el Málaga despertará, Pablo empezó a empujar desde atrás, la delantero empezó a darse cuenta que situándose a 40 metros de la defensa no iban tocar un balón y el centro del campo se dio cuenta que aquello no iba a ser fácil. En el minuto 20 un gol de Posada empataba el partido. La cosa se ponía mejor y me acordaba de la calidad que tiene el equipo, del baño que le dimos a aquellos mismos rivales en la primera vuelta, en como goleamos en nuestro campo al Guadalmar que eran los segundos, me acordaba del gran partido que hicimos en el campo del Tiro o los primeros 15 minutos de Malaka.
A por ellos.
Poco había que decir en el vestuario, el descanso era para reponer fuerzas e hidratarse y como no refrescarse para lo que quedaba.
La segunda parte empezó de forma espectacular, a los 3 minutos un golazo de Rafa del Pozo, con sus cualidades han sido poco los goles que ha conseguido, cierto es que ha jugado como cierre en muchos partidos pero tiene calidad para incorporarse al ataque, esto nos da un jugador polivalente y que rinde bien en cualquier puesto. Pasaron otros tres minutos y otra vez Rafa del Pozo marcaba, otra llegada por banda derecha acaba con el balón en las mallas. Y ahora me acordaba de los malos ratos que pasamos, del partido contra el 26 en casa, de la dolorosa derrota en Guadalmar, de la rodilla ensangrentada de Pablo y sus lagrimas sin consuelo, de la derrota en La Mosca cuando estaba todo preparado para celebrar una gran victoria, y ahora todo aquello quedaba en una anécdota en algo que nos sirvió para madurar e ir adquiriendo experiencia que tan bien nos ha venido.
El Roma acortaba distancias en el minuto 38, pero aquello no se nos podía escapar, el partido estaba controlado en la segunda parte, los fantasmas del primer tiempo se disolvieron y el juego malaguista impero. En el minuto 42 llego el golazo de Rafa Mendez, un golazo que cerraba el partido, desde fuera del área un cañonazo se coló casi por la escuadra de la portería visitante, ya éramos campeones virtualmente, y me acordaba de las tutorías, de las preocupaciones de algunos padres sobre el futuro de sus hijos y como no de Rafa, ratoncito es un ejemplo de pundonor, de cómo pasó de ser un jugador un escalón por debajo al resto a ser uno de los más importantes de la plantilla, para mayor alegría de su representante y padre fue a marcar su golazo de la temporada en el partido decisivo, para dar un golpe en la mesa y decir una vez más “aquí estoy yo”.
El partido iba hacia un final inevitable, como un río va a morir al mar, nadie nos iba a quitar la victoria, y me acordaba del frío que pasamos en el torneo de Navidad que jugamos en el Puerto Malagueño, de la manta en la mochila de Spiderman, de la lluvia que nos callo en el campo del Tiro Pichón o el frío que pasamos en el campo del Viso para preparar el partido contra el Guadalmar, del patatal de San Estanislao, ... todo aquello ahora solo eran simples contratiempos que sufrimos con gusto.
Final.
El arbitro prolongo el final unos minutos más de lo habitual, pero daba igual, todos estábamos pendientes de cómo llevar la copa hasta el campo sin que se diesen cuenta los jugadores.
Cuando el arbitro pito el final todos estallamos en alegría, y ahora me acordaba en el trabajo de Carlos en planificar cada entrenamiento, en no repetir los ejercicios ya realizados, en mejorar cada uno de los aspectos de la plantilla, en como se ha desvivido por el equipo durante la temporada, en como lo ha vivido y nos ha transmitido a todos su ilusión, en como se marcó este mismo objetivo en el mes de agosto, en sus llamadas preocupándose por que equipo sacar pidiendo opinión, en como el que escribe nunca se sintió como segundo sino como el compañero del entrenador y en como un profesional como él lleva al extremo su lema de “no hay objetivos imposibles sino incompetentes que no saben llevarlo a cabo”.
Todo era felicidad, veíamos a los padres disfrutar como niños, de cómo todos rezumaban orgullo y alegría por sus hijos, y ellos se acordarían de los desplazamientos a los partidos, de los entrenos, de las horas muertas esperando a que el pequeñajo saliese del vestuario, del frio y del calor, de los insultos y de las injusticias, de las lagrimas de sus hijos cuando no le salían bien las cosas y de los consuelos y ánimos y de las incertidumbres y de sudaderas que se pierden y no aparecen y de petos que se lleva el compi y no saben donde están y de los líos que se hacia Rafa Mendez senior, de las disputas entre Miguel y Manolo por el Barça-Madrid y de tantas y tantas cosas que ellos solo saben.
Todo era alegría, era nuestra primera liga con la camiseta del Málaga. Y me acordaba del Maldini del fútbol base, de nuestro fotógrafo oficial y me acordaba de gente que lo había pasado mal durante la temporada, en especial de la madre de Fernando, de Lorea, que a pesar de los contratiempos siempre tuvo una sonrisa, y sobre todo me acordaba de mi hijo, de cómo muchas tardes se quedaba llorando mirándome con lagrimas en los ojos por que su padre se iba, de cómo se te quedaba el corazón encogido pensando si todo aquello merecía la pena, espero poder devolverle este tiempo que no he estado con él y espero algún día ser uno de esos padres que disfrutaba con la alegría de su hijo, me da igual que sea en fútbol, baloncesto o petanca pero lo que vivisteis papas no se vive todos los días y algunos nunca lo podrán vivir por que no esta al alcance de todos.
Este es el fruto de todo el trabajo del grupo, de padres, jugadores y entrenadores, todos SOMOS CAMPEONES, QUE SIGA LA FIESTA.